Esta normativa llega después de varias negociaciones entre los Estados miembros y coloca a Europa como líder en este ámbito, siendo el primero que se posiciona frente al auge de la inteligencia artificial.
En este artículo queremos destacar lo más importante de esta nueva normativa:
Prohibición de aplicaciones
Se prohíben aquellas aplicaciones de IA que amenacen los derechos fundamentales de los ciudadanos. Por ejemplo, las que usen datos biométricos, considerados una categoría de datos sensible, o que puedan manipular el comportamiento humano. Tampoco las que extraigan imágenes faciales de Internet o de cámaras de video vigilancia para crear bases de datos de reconocimiento facial.
Además, también restringen los sistemas de identificación biométrica en las fuerzas de seguridad, como ya hicieron con los controles horarios, para proteger la privacidad. Solo se permitirá utilizar estos sistemas en causas necesarias y siempre con autorización judicial previa.
Obligaciones para los sistemas de IA de alto riesgo
Los sistemas de IA de alto riesgo deberán tener evaluaciones de riesgos, transparencia y supervisión humana constantes. De esta forma se garantiza una implementación responsable de la IA en la sociedad, garantizando que se cumplen los derechos fundamentales y se protege la seguridad de las personas.
Derechos de los ciudadanos
Algo destacable en esta nueva normativa es la protección de los derechos de los interesados, ya que los ciudadanos pueden presentar reclamaciones y pedir explicaciones respecto a los sistemas de IA que afecten a su privacidad y sus derechos.
Por lo tanto, se fortalece la transparencia, protección y control del ciudadano sobre la tecnología, empoderando a los ciudadanos y haciendo que se rindan cuentas en el uso de la IA.
Desafíos para las empresas
Todas las empresas que utilicen sistemas de IA deberán empezar a implementar sistemas éticos, responsables y seguros, que permitan esa protección de las personas y que cumplan la nueva ley.
Además, no solo por una obligación de la normativa, sino también para garantizar la confianza del cliente o consumidor y actualizarse en el mundo digital para ser competitivo.
Artículo publicado en la web de Pymelegal.